Pedro Fernández-Mayoralas Ruiz, natural de Membrilla, era cabo 1º de transmisiones, destacado en el Regimiento de Transmisiones 21 de El Pardo. En el año 57 le llega la orden de ir al Sahara, para dar apoyo de radio a La Legión. Era sabido que los mejores en transmisiones eran los de El Pardo.
Al continente africano llegan en noviembre del 57. Fernández-Mayoralas vive su primer encuentro con una nueva tierra que le sorprende. Todo es belleza, luz y tranquilidad hasta que el manchego es consciente de las primeras escaramuzas, que le muestran la realidad más cruda: está en medio de un conflicto bélico. Y los sentimientos de Mayoralas comienzan a cambiar. “Sabía que estaba en una guerra, aunque en España nadie parecía saberlo. Era una guerra oculta, secreta, escondida, como si además de morir tuvieran que avergonzarse por ello.”
Así nos lo narra Juanjo Crespo, Teniente Coronel del Ejército de Tierra, autor del libro “El alma del 21”, una recopilación de 24 micro biografías vinculadas al Regimiento de Transmisiones 21, que tienen como motor e hilo conductor a Pedro Fernández-Mayoralas y su fascinante historia personal en la guerra de Ifni-Sáhara.
El libro se presentará en Membrilla, el próximo sábado, 13 de septiembre, a las 19:00 horas, en el Casino Manchego. Los derechos de autor de la obra están donados a Cáritas. El autor estará acompañado por los familiares de Pedro Fernández-Mayoralas, la de Membrilla y la que vive fuera. La familia se trasladó a la localidad sevillana de Mairena del Alcor, donde ahora vive Marci, su única hermana. Sin embargo, los vínculos con Membrilla nunca se perdieron. Pedro siguió visitando a su familia, incluso prefiriéndola para pasar sus fines de semana de permiso en el ejército por cercanía a Madrid. Marci y su hijo Ángel portaron la bandera y el bastón como Cumplidores con la Virgen del Espino en 1997.
El desenlace de la historia de Pedro Fernández-Mayoralas es épico: en vanguardia de la XIII Bandera de La Legión junto al Capitán Jáuregui, al frente de las transmisiones de radio, se convierte en uno de los protagonistas clave de la batalla de Edchera por su valor y heroicidad. Primero, por pedir ir en vanguardia de las transmisiones; segundo, por no retirarse cuando tuvo oportunidad, eligiendo seguir al lado de su Capitán pese a que el combate ya pintaba mal, salvando la vida de otros compañeros al facilitar su retirada. La emboscada de los rebeldes en la Saguía el Hamra ese 13 de enero de 1958 se convirtió en una masacre.
Al amanecer, además de los numerosos heridos, encontraron a más de 40 legionarios muertos, entre ellos el del Capitán Jáuregui. El cuerpo de Mayoralas nunca apareció. Tampoco su equipo de radio.
La génesis del libro
Juanjo Crespo se encontró con esta historia casi por casualidad. “Todos los años, La Legión homenajea a los héroes de Edchera. En el 2020, invitan al Regimiento de Transmisiones 21 y asisto al homenaje. Es ahí donde conozco la historia.” Y decidió “tirar del hilo”. A partir de ese momento, se inicia un interesante proceso de documentación en archivos militares y a través de compañeros y familiares directos, que le permitieron reconstruir no solo la historia de Mayoralas, sino también las de los otros protagonistas que pueblan las páginas de El Alma del 21, repartidas a lo largo de los 150 años de historia del regimiento. El objetivo de la publicación era ese: homenajear al Regimiento de Transmisiones 21 en su 150 aniversario, celebrado el año 2022.
“En La Legión también ha gustado mucho el libro porque, aunque Pedro no era legionario, lo han acogido como tal por la importancia de aquella batalla. Murió con ellos. Pedro Fernández-Mayoralas es un legionario eterno.”
Pero quizá tanto más interesante que las historias en sí es la forma en la que Juanjo Crespo las ha transmitido; una trama concisa, sencilla y muy amena, elegante, novelada, que incorpora elementos narrativos que muestran más el sentimiento del personaje que la mera biografía militar, sobre todo en la historia central de Mayoralas. “Intenté contar la película de esos días. El viaje hasta el Sáhara. Los días previos a la contienda, cómo viven las Navidades, cómo se enfrentan a los instantes previos al combate o a la misma batalla.”
Como resultado, lo que gusta al lector y también lo que más gusta al autor del libro, “la carga emocional que transmite, que se va incrementando según avanza la historia hacia su final épico. Me propuse emocionar.”
Una historia envuelta en un halo de misterio
Que el lector conozca ya el final de la historia de Mayoralas en Edchera no supone que el libro pierda interés. Todo lo contrario. Porque en realidad, nadie conoce el final de la historia del Cabo 1º manchego. “Durante unos días se estuvo buscando por la zona. Pero no hubo resultados. Con el paso del tiempo, he establecido una buena relación con la familia de Mayoralas, su hermana Marci y sus sobrinos. Siempre desde el respeto, porque es una familia que sufrió mucho tras la desaparición. Me han acogido con cariño. A través de ellos he podido conocer más datos. El esfuerzo de la familia buscándolo aquellos primeros años, escribiendo y telegrafiando a todas las instancias posibles. De alguna manera les daban esperanza. Pero transcurrido el tiempo legal, les llegó un frío y breve telegrama declarándolo oficialmente fallecido.”
Sesenta y seis años después de la batalla de Edchera, el Cabo 1º Fernández-Mayoralas recibía a título póstumo la Cruz al Mérito Militar con distintivo rojo; un acto de reparación y generosidad por ambas partes, Ejército y familia.
El halo de misterio que envuelve la historia de Mayoralas provoca también una reacción inevitable cuando se termina de leer el libro: Es imposible no caer en la tentación, personal o en grupo, de elucubrar sobre lo que ocurrió con él, qué pasó, dónde lo llevaron los rebeldes o dónde se fue, si murió o sigue vivo, generando centenares de historias paralelas y haciendo de “El alma del 21” una obra abierta y viva que no termina en la última página.
* Juan José Crespo Esbert es Teniente Coronel del Ejército de Tierra. Natural de Valencia (1974) ingresó en la Academia General Militar en 1993. Durante sus más de 30 años de servicio ha ocupado tanto puestos nacionales como internacionales, como el Estado Mayor Internacional del Cuartel General de la OTAN en Bruselas. Ha estado destinado en distintos periodos de su carrera profesional en el Regimiento de Transmisiones 21.
Crespo ha colaborado en diferentes medios especializados en temas de historia, seguridad y defensa, destacando la “Revista Española de Defensa” y el diario ABC.