Después de cinco años, los faranduleros vuelven con "El Ilustrísimo"

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 Y así ha sido, tras cuatro meses de ensayos, Los faranduleros han vuelto a la programación cultural de Membrilla los días 17, 18 y 19 de mayo, con una obra de teatro titulada EL ILUSTRÍSIMO, que es una adaptación libre de la comedia “No le busques tres piernas al alcalde” de Pedro Mario Herrero. Han recurrido al mismo autor con el que este grupo inició su andadura teatral. Precisamente en mayo de 2016 representaron la comedia de Pedro Mario Herrero “La balada de los tres inocentes”.

Tras el éxito alcanzado con esa obra, en 2018 confiaron en la pluma de Miguel Mihura para probar un nuevo registro con “Maribel y la extraña familia”.  Y llegado el 2019 Los Faranduleros nos sorprendieron con el intrigante montaje titulado “El veredicto”.  Dejaron con esta representación el listón muy alto, como si presintieran que pasaría mucho tiempo hasta que volvieran a subir a escena.

Y sí, ha pasado mucho tiempo, pero al final se han decidido y lo han hecho con esta obra que se estrenó en el teatro Alcázar de Madrid en 1975. Y es a esa época hacia donde hay que volver la mirada para contextualizar las situaciones hilarantes e irónicas, donde la máxima autoridad de un pueblo, en su afán por llegar a ser diputado, pone todo patas arriba con la intención de recordar en qué cama pudo haber perdido su pierna ortopédica, y todo esto desde su silla de ruedas con la que se pasea por el escenario  maquinando la manera de encubrir sus malas artes de bebedor, mujeriego y jugador, delante de un inspector, Jorge (Juan Antonio Andújar), que ha llegado al pueblo para comprobar la moralidad del alcalde.

El alcalde, interpretado por Pedro Andújar, además tuvo que enfrentarse a su mujer Susana (Ascensión Núñez), al médico (Gaspar Fernández), al policía (José Jiménez), a “la golondrina” regente del prostíbulo (Manoli Jiménez) y a sus “nenas” (Antonia Serrano y Jacin Naranjo), incluso a un cura comunista (Felipe torres). Todos estos personajes, típicos de la España de la época, se movieron con soltura por el escenario consiguiendo las continuas carcajadas del público.

El montaje estuvo dirigido por el manzanareño Emilio J. Lorente. Contaron también con el apunte de Juan Antonio Atochero y a cargo del sonido estuvo José Carlos Roncero.  

El público asistente premió a los actores con el aplauso final que se hizo más intenso cuando Emilio J. Lorente, recordó a Ricardo Merino y la intención de haber compartido con él la experiencia de la farándula. Después le entregaron un ramo de flores a Manoli Jiménez, viuda de Ricardo, quién, probablemente, tuvo que hacer un gran esfuerzo por retomar la escena, esa escena por la que planeó el recuerdo entrañable de Ricardo, al menos para los que lo admirábamos y nos fue imposible, en la hora y media de representación, quitarnos de la cabeza su espíritu farandulero.

Enhorabuena a todos los actores, a los nuevos especialmente, y por supuesto a los que ya llevan muchas representaciones a sus espaldas, valientes todos por subiros al escenario que tanto impone, y en general a todos los que hicisteis posible este montaje, por vuestro esfuerzo y vuestra dedicación altruista que tanto enriquece  la programación cultural en los pueblos pequeños.

Alicia Jiménez Muñoz

 

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